Dios Urano el dios del cielo en la mitología griega

De acuerdo a la mitología clásica; el cielo era visto por los griegos como una bóveda de bronce salpicada de estrellas; y el dios Urano era concebido como el dios primordial de este cielo; padre de criaturas muy famosas dentro de la mitología griega.

Él y Gaia son los ancestros de la mayoría de los dioses griegos, aunque realmente no exista ningún culto dirigido especialmente hacia él. ¿Quieres saber más sobre este personaje? Te invitamos a que sigas leyendo.

¿Quién es el Dios Urano?

Como hemos mencionado; Urano es uno de los antiguos dioses en la mitología griega. Él era quién se encargaba del universo; y su nombre se refiere al cielo; y a la deidad del cielo más concretamente.

Se trata de uno de los dioses primogénitos, aquellos cuyo origen e historia de dónde vinieron, no se encuentra muy clara. Por lo que; ya se haya originado de la nada: la información sobre algunos de los orígenes que se le atribuyen, es un poco vaga.

Por ejemplo; algunos relatos indican que Urano es hijo parto-genético de Gaia, de quien también fue el esposo; siendo ella la diosa que personifica la tierra y la fertilidad.

Mientras en algunas historias, Gaia, que es la madre de todos los seres vivos, lo concibió sin padre. En otras, el padre de Urano es Aether o Chaos. Aunque también se cuenta en las historias de Higino; que Urano dios es hijo de Hemera y Éter, hermano de Talasa, la diosa del mar y también de Gaia.

Sin embargo; en la historia mitológica temprana; esta información permanece y confusa; siendo los relatos un poco más consistentes una vez Urano, gobernó el mundo entero y fue consorte de Gea.

Además; como mencionamos anteriormente, en la etapa clásica no se realizaban cultos de ningún tipo al Dios Urano; algo que se repite con su versión romana llamada Caelus.

Descendientes del dios Urano

Urano y Gaia tuvieron juntos muchos descendientes, entre ellos se encuentran incluidos los titanes, dioses y diosas preolímpicos; los cíclopes descritos como los gigantes tuertos y los hecatoncheires, que eran gigantes que tenían muchas cabezas y brazos.

En este grupo habían seis hombres y seis mujeres titanes: Oceanus, Crius, Lapetus, Hyperion, Cronus y Coeus. Las titánides eran Theia, Rhea, Themis, Mnemosyne, Phoebe y Tethys. Los Cíclopes eran Brontes, Steropes y Arges y los Hecatoncheires eran Cottus, Briareos y Gyges.

Fue un padre particular, ya que según relatos, Urano iba hacia Gaia cada noche para concebir hijos que después no le gustaban, ya que los consideraba una amenaza a su poder.

Y aunque según historias sus hijos titanes podrían resultarle hermosos, con los demás Urano se sintió desagradado.

Por ejemplo; cuando vio a los hecatoncheires trató de empujarlos de regreso al útero de Gaia, lo que le causó a esta un terrible dolor a la diosa. Y luego de eso, Urano encerró a los Cíclopes y los Hecatoncheires en el Tártaro, un lugar sombrío que yacía debajo de la tierra.

Esto fue lo que provocó que su esposa se disgustara aún más con él, y conspirara con los titanes para al derrocarlo, aunque de todos ellos; solo Cronos; aceptó el ardid, porque quería ser el nuevo líder de los dioses.

Gaia formó una hoz y se la dio a su hijo. En la noche, cuando Urano llegó a Gaia, sus hijos le tendieron una trampa y castraron, para luego arrojar tanto la hoz como los genitales de al mar; naciendo de la sangre de estos la diosa Afrodita.

Mientras que de la sangre derramada por Urano en la Tierra se dio origen a los Gigantes, las ninfas de los fresnos que se llamaban Meliae; y a las Furias o Erinyes.

Derrocamiento de Urano

Luego de que Gaia invitara a los Titanes a rebelarse contra su padre; y fuese Cronos el único en aceptar tan peligrosa tarea; la diosa preparó una hoz de hierro gris o adamantina, súper dura de hierro u oro; para que cumpliera con la labor.

Para lograrlo; cuatro de ellos se colocaron en los rincones del mundo, preparados para sujetar a su padre mientras descendía en busca de la compañía de la Tierra, mientras que el quinto, Cronos ocupó su lugar en el centro.

Cuando Urano se sentó junto a Gaia, y quiso acercarse para procrear, Cronos extendió su mano izquierda de las entrañas de la tierra y agarró el miembro con ella para cortarlo y arrojarlo junto con la hoz al mar.

Cuando Urano fue mutilado, señaló a sus hijos Titanes como traidores y vaticinó que Cronos, al igual que él; sería destronado por su descendencia, hecho que tendría lugar cuando los dioses olímpicos vencieron a los titanes.

La deposición de Urano simboliza el fin de los dioses arcaicos en una época anterior a la del tiempo. Siendo; de hecho; el propio nombre de Cronos una sugerencia sugiere de que él era una encarnación del tiempo}.

Una vez el dios Urano perdió su fuerza masculina, también perdió el poder que le fue pasado a su hijo menos tras castrarlo. Por lo que se retiró a los espacios superiores y ahora el cielo nunca converge con la tierra.

Simplemente ocupó su lugar como el cuenco del cielo que fue sostenido en alto por su nieto Atlas, el hijo de Lapetus y Clymene, una ninfa del océano.

Consecuencias de la profecía de Urano

Una vez Urano dios profetizó la caída de los titanes y los castigos que sufrirían por sus crímenes; cada vez que nacía algún hijo del titán Cronos; este decidía tragarlo y adelantarse, para evitar que pudiera hacer real la profecía.

Demetra, Hestia, Hera, Hades y Poseidón, sufrieron esta terrible suerte al nacer, hasta que Rea, la madre de todos salvó a Zeus; y este enfrentó a su padre al convertirse en adulto, rescatando a sus hermanos para gobernar sobre el mundo.

La castración de Urano y la hoz ensangrentada

De acuerdo a los mitos de la creación olímpica, más particularmente como cuenta Hesiodo en la Teogonía, Urano solía ir cada noche para cubrir la tierra y copular con Gea, pero; como hemos mencionado; odiaba los hijos que engendraba.

Sin embargo; “Tras su castración, el Cielo no cubriría la Tierra por la noche, sino que mantendría su lugar, y «la procreación original llegó a su fin» (Kerényi).

El poeta alejandrino Calímaco informó que la hoz ensangrentada se había enterrado en Zancle, actual Mesina, en Sicilia.

Sin embargo; el viajero griego romanizado Pausanías fue informado que la hoz fue arrojada al mar desde un cabo cerca de la localidad de Bolina, no muy lejos de Argyra en la costa de Acaya, donde el historiador Timeo situó la hoz en Córcira.

Ya que sus habitantes afirmaban ser descendientes de los legendarios feacios visitados por Odiseo, y en torno al 500 a.C. el mitógrafo griego, afirmaba que los feacios surgieron de la propia sangre de la castración de Urano.

Mitos

Estos antiguos mitos de orígenes distantes no se expresaban en el culto de los helenos. Ya que; básicamente la función de Urano en estos relatos; era la del dios vencido de un tiempo antiguo, antes de que empezara el tiempo real; y que daba inicio a la historia de los dioses conocidos.

Pocas veces se le consideró con cualidades humanas, salvo sus genitales que forman parte del mito de castración. Él era; como hemos mencionado; simplemente el cielo, concebido por los antiguos como una cúpula global o techo de bronce, mantenido en su sitio por el titán Atlas.

En los poemas Homéricos se ha creado una expresión formularia, en la que Urano a veces es el hogar alternativo al Olimpo para los dioses; como sucede, por ejemplo; en la Iliada, cuando Tetis surge del mar para suplicar a Zeus:

«y temprano en la mañana ascendió para saludar a urano-y-olimpo y encontró al hijo de Crono…»

De hecho; William Sale señala que «…’Olimpo’ se usa casi siempre [como hogar de los dioses olímpicos], pero urano se refiere al cielo natural por encima de nosotros sin sugerir que los dioses, en su conjunto, viven allí».

Son embargo; Sale concluyó que el hogar primitivo de los dioses era el actual Monte Olimpo, al que la tradición épica en la época de Homero transportó al cielo, Urano.

Y para el siglo VI, cuando una «Afrodita celestial» (variación concebida bajo el nombre de Urania); se utilizaba para distinguirse de la «Afrodita común de la gente», y Urano significaba meramente la esfera celeste en sí misma.

Urano en otras culturas

Aunque las bases de la mitología griega adquieren cierta coherencia y organización a partir de las generaciones de hijos que surgieron de la relación entre el dios Urano y Gaia, Urano no fue una figura tan venerada.

No hubo realmente culto a Urano en la Grecia clásica, por lo que puedo convertirse en una versión de otras culturas, aun cuando digan que estas fueron quienes reconocieron a Urano en su mitología.

Esta ausencia de veneración y cultos, junto con la similitud que posee esta historia con las leyendas asiáticas, podría sugerir orígenes pre-griegos.

Y en muchos casos; el uso de algunos elementos nos remiten a una fuente definitivamente oriental, teniendo el relato un gran parecido a la leyenda de origen hitita sobre Kumarbi.

Conclusión

Como sabemos; el hombre busca dar una explicación a los fenómenos y acontecimientos que le rodean desde tiempos remotos. Actualmente lo hace a través de la ciencia, pero en la antigüedad las sociedades los relacionaban y explicaban mediante mitos y leyendas.

Logrando de esta forma que la mayoría de estas sociedades se influenciaran entre ellas, y construyeran su sistema de creencias a partir de otros modelos; como es el caso de los romanos y los griegos, cuyas mitologías son prácticamente idénticas.

Por esta razón es que actualmente; es realmente importante conocer y entender este conglomerado de dioses que conforman las diversas mitologías en el mundo; y que enriquece en sobre manera otras culturas.

Convirtiéndolas en necesarias para poder entender las nuevas tendencias existentes; que nos harán capaces de relacionarnos con el exterior.

Por esa razón te invitamos a revisar el apartado de dioses y mitologías, junto a otros apartados de nuestro blog, y así continuar aprendiendo sobre todo estas enigmáticas civilizaciones y sus culturas mágicas.